domingo, 24 de febrero de 2008

VITALIDAD DEL CONFLICTO




Uno de los motivos por los que surge este blog es el de tomar conciencia de los motivos que llevaron a instaurar el Feriado Nacional del 24 de Marzo. Y que no pase a ser simplemente otro feriado más en que lo único importante es no ir a clases, o a trabajar, poder levantarnos tarde o hacernos una escapada turística.

Como primer entrada de este blog me gustaría tratar el tema de la importancia de involucrarnos con temas polémicos, como este que vamos a estar tratando. Todos los hechos que nos tocan más de cerca son los más difíciles de analizar con parámetros objetivos, justamente porque la distancia entre el sujeto y el objeto se achica hasta llegar a confundirse o prácticamente anularse. Más aún en el caso en el que, de una u otra forma, los hechos nos involucran, aunque solamente hayamos sido mudos testigos de lo sucedido.

Es natural entonces que se generen más polémicas encendidas en el común de la sociedad cuando se discute sobre lo sucedido en Argentina durante la década de 1970 o 1990 que cuando se discute sobre la historia del siglo XIX. No es que no haya conflictos irresueltos sobre lo que ha sucedido en el siglo XIX y cuánto de eso nos afecta hoy en día. Simplemente los actores de la discusión no estuvieron involucrados en carne y hueso en el conflicto.

Hay, con respecto a los discursos y los conflictos, una vieja "sabiduría popular" que prohibe hablar de fútbol, política o religión si no se quiere entrar en una discusión conflictiva y en grandes polémicas irreconciliables. Los intercambios de opiniones debieran ser, de acuerdo a este punto de vista, sobre temas menos ríspidos como la cantidad de grados centígrados que hizo determinado día, el nombre de tal nuevo integrante de la familia o el vestido de tal o cual presentador de la tele. Si los temas a tratar tienen que ser de índole académica, muchas veces se intenta evitar un pronunciamiento sobre los temas más polémicos, donde nuestra persona tiene que realizar verdaderas elecciones morales y no puede ya escudarse en la pretendida objetividad de la que nos cobija la distancia.

Este blog entonces, intenta ser lo contrario a esta postura. Pone sobre la mesa una realidad cercana y dolorosa para nuestra sociedad. Una realidad que se discute en los tribunales, en los editoriales de los diarios y en las calles.

Es inevitable que allí donde encontramos un problema vivo, surja el conflicto. Sería más fácil evitar los problemas de revolver el barro de la historia y solamente discutir problemas muertos, ya en el tiempo, ya en la distancia del espacio, que es otro tiempo horizontal. Hablar de guerras a cientos de años de distancia o a miles de kilómetros, lo mismo da.

Como sociedad madura, no debemos temer involucrarnos en el conflicto, porque allí palpita la vida.